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About me

Mi foto
Me gusta dormir hasta tarde, me gusta bailar con mis amigas , me gusta ir al cine, me gusta viajar, me gusta la playa de noche, me gustan los fuegos artificiales, me gusta la fotografia, me gusta regalar cosas, me gusta año nuevo, me gustan las charlas sinceras y largas, me gusta andar siempre con perfume, me gusta comprar zapatos, me gusta reirme, ME GUSTAR VIVIR.

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   Si todo es relativo y depende del punto de vista de los demás ¿por qué será que nos sentimos tan molestos cuando la opinión de otro no es la misma que la nuestra? Sentimos esa cosquilla que recorre la garganta, una catarata de argumentos para tratar de convencerlo de que nuestra opinión es la que vale, la perfecta; cuando en realidad, la mayoría de las veces, nosotros mismos no nos sentimos convencidos de nuestra opinión.
Me pregunto que pasaría si dejáramos de perder el tiempo en tratar de persuadir al otro y comenzáramos a usarlo en algo más productivo, como inventar una canción o simplemente plantar un árbol. Si así fuera habría  más gente famosa que común, ¿quién seguiría a quién en ese caso? No existirían las masas de gente consumista, que se compra hasta la media que usó su actor favorito; o aquellos que toman durante años clases de música para imitar a los cantantes que siguen desde chicos.
Como conclusión se desprende, entonces, que no conviene que la gente sea independiente, no?

Todos estamos tan pendientes de la opinión de los demás, de su apariencia, que nos concentramos en parecernos a ellos, pero no de ser nosotros mismos. Y así obtenemos, como consecuencia, sufrimiento en todas sus variables: discriminación, celos, adicciones y privación de cosas (el ejemplo más común: comida).
El común de la gente tiene muchas cosas de las que debería ocuparse, pero no es muy frecuente encontrar a alguien que se haga cargo de su vida; ya se que para algo se inventó la crítica, pero ¡usarla en exceso es perjudicial para la salud!